martes, 17 de diciembre de 2013

CLÁSICO DE-SANGRE

El príncipe estaba borracho, drogado y en celo cuando el Conde Drácula lo sacó a bailar, lo envolvió en la capa negra de la seducción, lo arrinconó en la oscuridad y se lo sorbió; y quedó enajenado, perdido en el fascinante círculo del vicio; pero el seductor resultó insaciable y, bajo amenaza de abandono, le exigió que le entregara todas las sangres. El príncipe, locamente enamorado del vampiro, le entregó el país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario